Travel Quin

Esta vez tocaba Toulouse, y para allá fuimos. Con eso de que ella es medio francesa mi mujer me da la tabarra de cuando en vez para que crucemos la frontera y visitemos aquel país de quesos y bicis, y ¿quién soy yo para negarle nada a esa santa? Que los Harlequins jugasen allá el domingo fue una completa casualidad, en eso, como en el resto de lo que os cuente, me podéis creer a pies juntillas. Palabra.

El fin de semana transcurrió de maravilla entre Narbonne y Toulouse, hermosas ciudades ambas . Los lugareños que nos fuimos tropezando mostraron con nosotros además una amabilidad exquisita. El remate fue el colega que nos echamos de camino al Estade Ernest Wallon, un abonado de Stade Toulousain de 55 tacos y fanático de AC/DC y Deep Purple , yo soy más de Iron Maiden, pero la charrada que nos pegamos se prolongó con una pinta en el bar del recinto, en el cual el tipo era un figura que nos presentó a medio ‘staff’. Nos despedimos deseándonos suerte mutuamente. No era un mal comienzo.

El campo está realmente bien (no es el Stoop pero le da cien vueltas al vetusto Headingley que visitamos rikitin y un servilleta hace poquito más de un mes) y me gustó mucho el ambiente. Muchísimo más que el de Perpignan. Aquí los aficionados tolosanos se nos acercaban hablándonos en inglés, siempre muy simpáticos. Incluso el silencio con el pateador rival era, si no inmejorable, sí bastante decente.

El partido mereció ganarlo el equipo local por la segunda mitad que realizaron. Soberbia. Eso sí, en la primera estuvimos a la par o incluso mejor nosotros; nos adelantamos con un ensayo del zaguero Brown a los 19 minutos tras una jugada excelente y , en otra anterior, Monye alcanzó la línea de ensayo rozándolo tras impecable avance quin. Ellos no metían miedo cuando tenían la posesión en el primer periodo pero anotaron tres golpes a palos y ensayaron casi en el último minuto en una jugada tras un robo de balón muy oportuno, pero que concluyó con un pase avanzado clamoroso que ,al verse en las grandes pantallas de video, provocó la hilaridad, no es coña, de los propios aficionados locales.

Se fueron al descanso con ventaja los tolosanos pero el juego quin estuvo a la altura a lo largo de esos cuarenta minutos.

En el segundo tiempo la superioridad francesa fue muy clara. Marcaron tres ensayos y conservaban siempre el balón en cada ruck que se formaba tras ser placado un jugador local. Su concentración y determinación era mucho mejor que la de unos quins que no se jugaban más que la honrilla. Sobró la amarilla a Ceri Jones, no era merecida; pero con o sin ella el resultado hubiese sido el mismo. Además los londinenses acabaron de nuevo con 14 el partido tras la lesión de Robson y por no poder reingresar tampoco un Percival tocado.

El juego a la mano del Stade fue fulgurante y la victoria merecida, como también el que nosotros nos marchásemos con la cabeza alta tras dos ensayos finales de un gran Ugo Monye. El ala inglés y ‘’lion’’ realizó un partidazo y fue una pesadilla en su carril. Parece ser que vuelve a estar en la misma forma con la que empezó la temporada, a ver si no se trunca cuando vaya convocado por Jonno … ya veremos.

Así que ya veis, Toulouse certificó su pase a cuartos con un gran partido y los míos acumularon una derrota más en una temporada que espero pueda enderezar la llegada en marzo del nuevo Director de Rugby.