Quins piss Pinks by Jetulio Pencas

¿Por qué ganaron los Harlequins en París, ante 76000 espectadores y aguando la fiesta de uno de los equipos más poderosos del viejo continente?

En mi opinión fue, sobre todo , por humildad, con eso sólo no basta, pero fue el ingrediente principal de un buen cóctel. Con la misma plantilla más Nick Evans y Gonzalo Tiesi los quins hicieron un buen repaso de por qué y cómo perdieron el año pasado sus dos partidos contra Stade, ambos equipos juegan bien a la mano, buscan los espacios y envían el oval con la mayor rapidez posible a aquel sector del campo donde tus mejores y más desequilibrantes jugadores tienen terreno que conquistar. Pero jugando así, de tú a tú a Stade, unos bisoños quins fueron vencidos muy claramente en la Heineken pasada, y por dos veces.

No obstante el equipo ha crecido, y en todos los sentidos. Los jugadores son más completos: Danny Care le ha arrebatado claramente a Gomarsall de la titularidad, Monye se desplaza mucho mejor en los repliegues defensivos y emplea el pie con muchísima más precisión y fuerza, Turner-Hall con veinte años es más solvente como centro que algunos compatriotas suyos más expertos pero no más resolutivos. Pero es que además el crecimiento alcanza otras facetas: no siempre debes jugar exactamente igual, una cosa es tener un patrón de juego y unas señas de identidad y otra ser tan previsible que con un buen estudio de tus movimientos cualquier equipo serio pueda neutralizarte; no siempre se puede ganar de la misma manera, y a París Dean Richards fue con la lección del año anterior bien aprendida, y ha sido capaz de transmitírsela a sus chicos.

Además a esto se juega con un balón que bota hoy para aquí y mañana ni bota (es oval y caprichoso, gracias a dios o a Webb Ellis, es lo de menos) y en uno de esos botes Camara y Saubade se hicieron un lío y tras ser presionados por ¡ un medio melé y un ala, menudos cuatro para un ruck! quedaron en evidencia y permitieron a Tom Williams anotar su tercer ensayo de esta temporada en la copa europea. La jugada no es propiamente un contraataque, proviene de una muy buena patada de Care y ya los quins se habían sacudido el dominio agobiante de los cuatro minutos iniciales, en los que Stade estuvo a punto de ensayar por dos veces: en el minuto 1 Arias casi posa el balón pero el video demostró que la almendra se le escapa y acto seguido en un gran maul Bastaraud entra en la zona de marca y Robshaw consigue ponerse debajo de la bola impidiendo el ensayo.

A partir de ahí N. Evans manejó bien el tempo del partido con unas patadas muy acertadas, todo lo contrario que su opuesto, el argentino J M Hernández, que falló en la mayoría de ellas. Fruto de ese dominio táctico y mostrándose los quince arlequinados muy concentrados en el partido, vino ese primer ensayo que después fue seguido por otro de puro contraataque, buena defensa y Turner-Hall recoge el balón en mitad del campo y se marca una carrera hasta posarlo. 0-12, y el público francés callado viendo que o mucho mejoraban los suyos o aquello se les escapaba.

Y así andaban las cosas cuando en el minuto 37 Care comete golpe de castigo y es enviado al sin bin, tres puntos para los locales y un rival menos para empezar la segunda mitad, uno del los puntos fuertes de Stade, los reinicios.

Como no podía ser de otra manera, en esos siete minutos buen movimiento coordinado de los franceses hasta llegar la pelota a Leguizamón que anota un ensayo que su compatriota Hernández se ocupó de transformar para dejar el marcador en un apretado 10-12.

Fue entonces cuando comenzó la presión por parte de los del equipo rosa, aderezada por un par de patadas mal elegidas por el zaguero visitante Mike Brown, pero que fueron resueltas por una defensa que no perdió consistencia.


En una segunda mitad de claro dominio pink los visitantes supieron rentabilizar su mejor aproximación con un golpe que el all black Evans convirtió en tres puntos más.

Desde ahí hasta el final tocó sufrir, Stade français apretaba, sus 75ooo seguidores los jaleaban y agitaban sus banderas, y enfrente quince tipos de un equipo de Londres se hartaron de placar y placar y placar, mención especial por su gran trabajo a la tercera línea Robshaw-Skinner-Easter y al resto de delanteros.

Para sufrir un poquito más, con el tiempo acabado y estando los parisinos a cinco metros de la línea de ensayo, el árbitro pitó golpe de castigo a favor de los quins y un momento después, supuestamente por hablar Care (esos 9 nunca se callan), cambió la penalización y obligó a los harlequins a continuar exhibiendo su cabezona insistencia de no permitir el ensayo de sus rivales.



Me imagino que la mayoría vio el partido aquí por teledeporte y muy probablemente no os pareció gran cosa, es lo que sucede cuando esperas un festival de ensayos y lo que te encuentras es otra cosa. A mí me encantó: Saint-Denis lleno de franceses con gorritos rosa, banderas rosa, camisetas rosa, gritando "allez Paris" y prometiéndoselas felices ante una panda de críos y un kivi; enfrente mil y pico con camisetas arlequinadas, sonriendo y esperando. Al final los de rosa más bien callados y los mil y pico aplaudiendo, cantando y celebrando. No es ganar (que también) es el cómo, el dónde, el cuándo y el contra quién. Para todo lo demás Mastercard.




Fotos como dios manda las hechas por un quin que se atrevió a colar una reflex, gracias barquin mad.


Las mías están hechas con una cámara viejuna y así han salido..